Viene a establecer una serie de consideraciones, algunas de las cuales exponemos a continuación, en relación con el transporte sostenible:
1. Opina que la movilidad ha sido una de las principales realizaciones y desafíos del siglo XX y que un transporte sostenible debería lograr un equilibrio justo entre intereses diferentes y a menudo opuestos, intentando conciliar al mismo tiempo el derecho fundamental de los ciudadanos a la movilidad, la importancia del sector de los transportes para la economía y el empleo, la responsabilidad respecto del medio ambiente local y mundial y el derecho de los ciudadanos a la seguridad, la calidad de vida y la salud;
2. Destaca que también el sector del transporte debe cumplir los objetivos de la UE de reducción del consumo de petróleo y de las emisiones de gases de efecto invernadero para 2020 al menos en un 20% con respecto a 1990;
3. Destaca la importancia del sector de los transportes para el empleo, el crecimiento y la innovación y opina que una movilidad garantizada, segura y asequible constituye un requisito sine qua non de nuestro estilo de vida; por lo tanto, considera que – teniendo en cuenta la prioridad de las exigencias de una movilidad sostenible desde un punto de vista medioambiental – cabe esperar que los ciudadanos acepten medidas que garanticen su movilidad a largo plazo;
4. Opina que, para lograr el objetivo de un transporte europeo sostenible desde un punto de vista energético y medioambiental, es necesario combinar varias políticas que se respalden y compensen, implicando a un número cada vez mayor de actores, representantes del sector de los transportes, la administración pública y los ciudadanos; expresa su convicción de que sólo una combinación adecuada de diferentes medidas puede mitigar los efectos negativos de las acciones individuales y fomentar su aceptación por parte de los ciudadanos;
5. Considera que esta combinación de políticas debería abordar en particular:
a) el desarrollo tecnológico (medidas para aumentar la eficiencia energética; nuevos estándares/normas para motores y combustibles; uso de nuevas tecnologías y de combustibles alternativos),
b) instrumentos de mercado (impuestos/tasas en función del impacto medioambiental o de la congestión, incentivos fiscales, Sistema de Comercio de Emisiones (ETS), teniendo en cuenta las especificidades de los diferentes modos de transporte), y
c) medidas de acompañamiento para optimizar el uso de los medios de transporte y de las infraestructuras y para fomentar un cambio de las costumbres de los ciudadanos y las empresas;
6. Destaca la importancia que reviste para la UE y los Estados miembros centrar sus esfuerzos en los sectores más determinantes del sistema, en particular:
a) zonas metropolitanas y urbanas congestionadas, donde tienen lugar la mayor parte de los desplazamientos,
b) principales corredores interurbanos europeos, donde se concentra el mayor número de los intercambios comerciales dentro de la UE y a escala internacional, y
c) zonas sensibles desde el punto de vista medioambiental (región alpina, mar Báltico, etc.);
17. Opina que el transporte ferroviario, por su menor consumo de energía y bajas emisiones de CO2, tiene un potencial importante que se ha de desarrollar, no sólo en la logística del transporte de mercancías sino también en cuanto a los trayectos de mediano y corto recorrido de transporte de pasajeros;
19. Opina que, si bien las compañías aéreas han reducido el consumo de carburante entre un 1 y un 2% por pasajero/kilómetro en los últimos diez años y se han disminuido considerablemente las emisiones sonoras de los aviones, el impacto global de la aviación civil en el medio ambiente ha aumentado a causa del importante crecimiento del tráfico; aboga, en consecuencia, por:
a) la inclusión del transporte aéreo en el sistema de intercambio de emisiones y un mayor uso del sistema europeo de nueva generación para la gestión del tráfico aéreo (SESAR),
b) la diferenciación de las tasas aeroportuarias de despegue y aterrizaje en función de las emisiones,
c) la puesta en práctica de la Iniciativa tecnológica conjunta «CLEAN SKY», destinada a reducir las emisiones de CO2 y NOx, así como la contaminación sonora,
d) la eliminación de la fragmentación del espacio aéreo europeo mediante la rápida creación de un auténtico Cielo único europeo,
e) la adopción de medidas concretas para mitigar la congestión en los aeropuertos, y
f) la mejora de la integración multimodal y logística de los aeropuertos, facilitando su acceso ferroviario;
21. Constata un aumento continuo de las emisiones del transporte marítimo y recomienda especialmente:
a) la reducción de las emisiones de sustancias como el CO2, el SO2 y los óxidos de nitrógeno procedentes de los buques,
b) la introducción y el fomento del uso de fuentes renovables, como la energía eólica y solar, y
c) el abastecimiento energético desde tierra para los buques fondeados,
d) el examen minucioso de la posibilidad de limitar las emisiones mediante el sistema de intercambio de las cuotas de emisiones, sin penalizar este modo de transporte, que es el más respetuoso del medio ambiente (junto con las vías navegables interiores), ni favorecer otros modos que afectan más significativamente al medio ambiente,
e) una política fluvial europea integrada mediante acuerdos, que respalde iniciativas como Náyades (Programa de Acción Europeo Integrado para el Transporte por Vías Navegables), para mejorar la navegación fluvial en Europa y los resultados medioambientales de la navegación fluvial;