El Presidente Barroso ha enviado hoy al Presidente del Parlamento Europeo un documento en el que define un conjunto de objetivos e ideas que en opinión del mandatario, deberían inspirar la colaboración política entre la Comisión y el Parlamento durante los cinco próximos años.
Barroso ha hecho hincapié en la necesidad de revisar la estrategia de Lisboa para que “esté en concordancia con el periodo posterior a 2010, convirtiéndola en una estrategia de convergencia y coordinación que nos permita alcanzar esta visión integrada de la UE de 2020”. El mandatario ha subrayado que el cumplimiento de este objetivo exige la adopción de decisiones inmediatas y a largo plazo que permitan: salir con éxito de la crisis, liderar la acción en el ámbito del cambio climático, fomentar nuevas fuentes de crecimiento sostenible y cohesión social ; avanzar en la Europa de los ciudadanos y abrir una nueva era para una Europa Global.
En lo que al problema del cambio climático se refiere, el primer mandatario considera que el futuro panorama político de la Unión debería ajustarse a los parámetros de lo que ya ha pasado a ser una tendencia, la “ecologización de la economía”. En esta línea señala que «La crisis económica y financiera y las pruebas científicas del cambio climático nos han mostrado que necesitamos invertir más en sostenibilidad. Pero no se trata solamente de hacer lo correcto de cara al futuro del planeta, Europa se beneficiaría enormemente de las inversiones en nuevas tecnologías con bajas emisiones de carbono de cara a futuros puestos de trabajo y al crecimiento. Combatir el cambio climático y avanzar hacia una economía con bajas emisiones de carbono ofrecen amplias oportunidades e incrementará nuestra seguridad energética».
«Las ventajas de ocupar una posición de vanguardia pueden aprovecharse explotando el potencial de las industrias respetuosas del medio ambiente, los servicios y la tecnología de la UE, incentivando que las empresas las incorporen, especialmente las PYME, y redactando unas normas reglamentarias apropiadas. Una base industrial que se moderniza para utilizar y para producir tecnologías respetuosas del medio ambiente y que explota el potencial de eficiencia energética es la clave del crecimiento sostenible en Europa».
«La próxima Comisión debe mantener el impulso hacia una economía de bajas emisiones y, en particular, hacia la descarbonización de nuestro suministro de electricidad y del sector del transporte (todo el transporte, incluidos el transporte marítimo y la aviación, así como al desarrollo de coches limpios y eléctricos)».
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